2011/04/24

Trovador

A la princesa rockera le llegó un mensaje de un rey, en concreto de su padre. Su padre había vivido su vida a "su manera", y aunque nunca se había opuesto al sueño de la princesa, tampoco le ofreció un puesto de rango entre sus caballeros, eso no era cosa de chicas...

Había sufrido un accidente en una cacería, y reclamaba la visita de su única hija. La princesa nunca había sentido una afinidad profunda hacia su padre, pero entendió que era el momento de cumplir su deseo, aunque odiaba profundamente cualquier evento en la corte.

Cuando llegó, su padre estaba delicado pero recuperándose satisfactoriamente, y no le habían faltado fuerzas para preparar una fiesta en honor a su princesa, esa que vagaba por tierras lejanas cual guerrera. A la princesa rockera no le entusiasmaban esta clase de festejos, y menos, teniendo en cuenta que el protocolo la exigiría enfundarse en uno de esos insulsos vestidos de sedas y encajes, sin duda prefería su cota de malla. Eric no quiso acompañarla, prefirió descansar en una aldea cercana, pero sin dejarse ver en la corte.

Llegó la noche del banquete, todos comieron, muchos bailaron, y la jornada para la princesa terminó sin pena ni gloria.

Más bien casi terminó, porque cuando se dirigía a sus aposentos, escuchó un canto ...y buscó su origen, desconocía que la corte contara con un trovador, finalmente se topó con su ondulada melena, y cuando se dió la vuelta sus verdes ojos se clavaron en sus pupilas azules...

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