2013/03/24

Cómo se cambia el mundo

Dejé de leer el meneamé porque ya no podía aguantar tanta noticia de abusos políticos, económicos y sociales. Lo sé, es cobarde cerrar los ojos y la boca, pero aunque me gustaría cambiar el mundo no sé cómo hacerlo, ojalá fuera más sabia y más valiente. Los que mueven los hilos jamás lo entenderán, como no entienden que hay gente que esta en paro por fuerza y no por deseo, siguen pensando que hay más de 5 millones de personas que tienen como objetivo en la vida ser unos vagos, los mismo a los que les regalan un "que se jodan". No quiero seguir escuchando la misma mentira de "es que muchos han vivido por encima de sus posibilidades. ¿Qué significa eso? Que no podíamos aspirar a tener una educación, un trabajo, mejores oportunidades, para poder disfrutar de la única vida que tenemos...
Veo a mucha gente que vive por encima de sus recursos, con nuestros recursos, robando, mintiendo, y saliéndose con la suya con impunidad.

Sin embargo, ellos saben cómo engañarnos, con unos medios de comunicación que solo cuentan su punto de vista, no es casual que no salieran en la tele las sendas manifestaciones donde nuestras voces sonaban, comenzando por el 15 M, del que solo empezaron a hablar días después cuando vieron que eran los últimos que hablaban del tema. Esos mismos medios de comunicación nos engañan como si de la prensa rosa se tratara, con artimañas para que nos olvidemos de los que roban, recordándonos sus líos de cama o incluso los de su suegro.

A veces me asaltan ideas de cambio, cambiar el sistema capitalismo, o al menos establecer un mercado alternativo del trueque, si es que pueden convivir. También se me ocurrió formar un grupo de ingluencia de los nuestros, como un lobby del pueblo.¿Y si solo es cuestión de empezar poco a poco cambiando pequeños detalles? Apoyar a los que protestan uniéndote a ellos de alguna u otra manera aunque sea en los medios sociales, ayudar a los de tu círculo, contar lo que pasa, influenciar a tu entorno, sembrar ideas...

Ideas, ideas, pero ninguna me parece buena, es como si en esta lluvia de ideas que me empeño en hacer cada día, solo surgieran ideas estériles, idiotas, o descartables.

Desconozco como se cambia el mundo, no soy tan sabia o tan valiente.

Creo haber visto otro dragón

No quiero una vida de resignación en la que si no esperas nada no te desilusionas. Me disgusta la frustración, la conozco, sé de lo que es capaz, pero ya sé de lo que yo soy capaz, lo que quiero vivir con pasión. Por eso, quiero seguir viendo dragones, esos que brotan de cualquier esquina, los mismos que quemaron cosechas, y secuestraron princesas, esos a los que no temo.

2013/03/15

2013/03/10

Dentro y fuera del Guggen

Los sábados después de danza me gusta entretenerme por Bilbao, y ayer, preparé un plan con un plan de amigas para ir al Guggenheim.

La verdad es que estoy muy verde en lo que arte moderno o contemporáneo se refiera, y aunque no me suele llenar, suelo ver lo que hay sin expectativas, a veces algo me gusta. En esta visita destaco la colección de "Sonrisas" de Alex Katz. No es que sean los mejores retratos que he visto, pero me gustó la diversidad de colores y facciones, siempre sonrientes.

Lo que sin duda me encanta, es el edificio, y creo que me gusta incluso más por dentro que por fuera.


2013/03/08

Retaliate


No es que sea fan de Lacuna Coil, realmente no conozco su discografía, ni siquiera se algo tan sencillo como el nombre de la cantante, pero me gusta lo que escucho de ellos.

Hay canciones con las que me identifico, otras que me activan y me hacen bailar, y con otras, pues aprendo algo.

El otro día aprendí una palabra nueva, "retaliate", me gusta, no tanto como dwell pero tiene su puntito ;)

Un paseo por Bilbao




2013/03/03

Hoy hace un año

Si este blog nació como medio de comunicación asincróno para que mis amig@s conocieran mis andadas y pensamientos en mi nuevo entorno, no puedo omitir el primer aniversario de mi retorno, cuando regresé a Bilbao.

Hoy hace un año... y parece que fué ayer...
Parece que fué ayer el día que me aventuré a conocer la tierra madrileña, sin mi familia y amigos, en una ciudad que me desbordaba, y me parece que fué ayer cuando retorné.

Me gustó vivir en Madrid, supongo que ahora recuerdo solo lo bueno, y olvido esos interminables trayectos en metro-tren-bus, de casa al curro y del curro a casa. Recuerdo los momentos felices, los paseos, mis museos, las cañitas,  conciertos, nuevos amigos.

Añoro el sol diario, ese que casi ni aparece por Bilbao, aunque hoy, como si fuera mi primer aniversario, ha decidido salir.