No soy una mujer de rosas, ni claveles, siempre he preferido los tulipanes.Creo que el tulipán me cautivó casi tanto como a los Holandeses en el siglo XVII, donde llegaron a sufrir una "crisis económica" causada por la especulación originada por estas inofensivas flores.
Me gusta sentir su olor y disfrutar de su belleza cuando paso por algún jardín, observo las floristerías y al verlos siempre me digo "tienen tulipanes".
Durante varios años, los he plantado en una jardinera, permanecen dormidos durante el invierno, y esperaba su despertar con la llegada de la primavera. Aunque siempre he pensado, que desprenden más vida cuando comparten espacio con muchos de sus semejantes, como en los campos de tulipanes de Holanda.
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