2024/05/20

Perdiéndome

 Perdiendome.

Cada vez que hago lo que no quiero.

Y yo me pregunto, quién ha dicho que tengas que hacer lo que otros quieren, porque se podría haber callado la boca, que me ha tenido entretenida gran parte de mi vida..

Y a ti te pido, que no me pidas por pedir, porque cuando sea realmente importante igual ya no me queda nada para dar.
      

 

Musa de lo insignificante

 Le dijeron que las musas no podían sentir más allá del arte al que estaban vinculadas.

Tampoco podían brillar sin motivo,  solo lo hacían delante de creaciones extraordinarias..

la musa de lo insignificante brillaba con cada chispa de creación,  y eso estaba en contra de lo decían que era su naturaleza, algo que sin duda podía llevarle a la cárcel de las musas perdidas.

Y se escondió en el mundo de los olvidados, allí donde su brillo podía emerger sin llamar la atención.

A veces aparece, es tan solo un destello, ese que te hace imaginar aquello que aún no sabes que eres capaz de realizar.