En septiembre del 2019 me enamoré, es algo que pasa o no pasa y me pasó.
No lo tenía previsto, entramos en ese tienda por hacer tiempo, y ya de paso, aproveché para probarme un elegante vestido plateado, y de repente, salió del probador de al lado.
Rosa, muy rosa, con un volante extremo que recorría todo el vestido en diagonal, y fué amor a primera vista. Se lo estaba probando una chica que tenía una boda, era de la temporada primavera verano, y aunque estaba rebajado valía casi 500€.
Siempre digo que soy una vividora que vive por debajo de sus posibilidades, así que mientras se me escapaba una lagrimilla no me quedó otra opción que salir de la tienda sin mi amor. Como premio de consolación, clavo que quita otro clavo o chincheta, me llevé el vestido plateado.
Dicen que el enamoramiento dura 7 meses, en mi caso, no me lo quitaba de la cabeza, y tal como hacía de adolescente, le seguí, me apunté en el programa de fidelidad de la tienda, lo marqué en mi lista de deseos.
Estuve siguiendo en silencio mi vestido meses, hasta que por fin llegó un descuento, 50%, y quedaban 2 unidades de las tallas 36 38 y 40, estuve tentada, pero aunque el enamoramiento era fuerte aún no me compensaba. después de un año llegó el outlet, 70% ya solo quedaban 1 de cada talla, y me arriesgué, y decidí esperar.
Hace dos semanas lo compré, super ofertón 80% casi dos años después del amor a primera vista.
Lo tengo tal cual llegó, ni me lo he probado, y si me cabe el sábado, el día de mi cumpleaños me veréis con un vestido rosa.
Si no voy de rosa os pido por favor que no saquéis el tema