No quiero una vida de resignación en la que si no esperas nada no te desilusionas. Me disgusta la frustración, la conozco, sé de lo que es capaz, pero ya sé de lo que yo soy capaz, lo que quiero vivir con pasión. Por eso, quiero seguir viendo dragones, esos que brotan de cualquier esquina, los mismos que quemaron cosechas, y secuestraron princesas, esos a los que no temo.
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