A través de la ranura del buzón la divisé. Se veía mi nombre manuscrito, me podía imaginar el boli VIC cristal punta "normal", aunque tal vez fuera uno de esos bolígrafos de propaganda, daba igual, el hecho de imaginarlo, sin remedio, incrementaba mi excitación. No tenía la llave del buzón así que subí corriendo a casa para volver a bajar llave en mano. Abrí el buzón, si era una carta "personal" y no una de esas facturas o informaciones comerciales que habitan mi buzón. Era para mí, una carta, de las de antes, aunque no fuera una de esas que salen en las películas de amor.
1 comentario:
Lo q se agradecen!!! ;-)
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