Imperdible, el mejor amigo de la "artista"

Quién me iba a decir a mí que a mi edad me iba a dar a mi por mostrar mi talento danzando...

Todo empezó sin pensarlo, nuestra profesora nos dijo que a final de curso íbamos a actuar en un festival, pero claro, yo pensaba "si, si, ya veremos, queda mucho..." jeje, pero claro "todo pasa" y al final "pasa lo que pasa", llegó septiembre y ya no había vuelta atrás, el festival "era" el 9 de octubre.

En esta vida aunque eso de la "improvisación vende mucho", me temo que si no tienes "un don", no te queda otro remedio que ensayar, y nosotras queríamos evitar hacer el ridículo .Teníamos tres momento estelares, la ofrenda en el baile de apertura de Layali, el "nari nari", una coreografía "de más de 1000 pasos diferentes" o al menos a mí me lo parecía y otra coreo con velo, "Marco Polo", nosotras las sacerdotisas armadas con nuestro velos, luchábamos contra los puñales de las tribales, por supuesto, perdimos, un puñal es un puñal jeje.

Los ensayos generales eran estresantes, cambia que te cambia de ropa, y eso que yo tenía que plantarme solo dos modelitos pero hay que ensayar hasta los cambios de ropa, por otro lado, desconozco por qué pero en el ensayo la fastidias en eso que siempre te ha salido bien.

El día del estreno, y cómo no, había que ensayar "las entradas" "salidas" "posiciones". Lo que más me gustó es el ambiente en los camerinos, allí estábamos todas para hacerlo lo mejor posible, y aprendí lo de el "Imperdible, el mejor amigo de artista", ya que no faltaba un fajín que bailaba o un top que que se revelaba. Fué gracioso, entre unas y otras nos surtíamos de potingues diversos. Las instrucciones de maquillaje eran sencillas pero difíciles de acatar: Teníamos que maquillarnos mucho, labios rojos o fucsia, la raya del ojo hasta la sien, porque dicen que los focos se comen el las facciones y el "color". Me planté tres capas de "color" por si acaso, los labios de rubí de rojo carmesí y hasta unas pestañas postizas.

Por fín salimos y danzamos!