Media hora, no más habrá pasado, y no puedo evitar que se me cierren los ojos, me planto las gafas de sol con disimulo, con un poco de suerte el piloto no se da cuenta...
¿A quién voy a engañar? Me tiene calada desde el minuto uno, esas palmaditas en la pierna no son solo cariñosas, está testando mi estado, dormida me temo.
Despertaré en mi destino...
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