Mi baño

Aquí estoy, tengo los dedos arrugados, y empiezo a tener sueño, es tan placentero ese momento en el que sientes como te vas durmiendo...
Y pienso, pienso, y sé que tengo un don peligroso, ese que hace que pueda dormirme en cualquier sitio. Duermo, me desenchufo, a veces sin querer y a veces queriendo para envidia de la persona con la que comparto mi cama mientras da vueltas y vueltas intentando lograr mi resultado, dormir.
Lo malo es que estoy en la bañera y si pierdo la consciencia podría sumergirme y sin remedio llegar a ahogarme. Pero sigo pensando, estoy tranquila, no me voy a dormir aunque tengo los ojos cerrados y mi mente vague por otros mundos llenos de colores olores y sabores...
Me conozco, puedo conversar negando mi estado durmiente desde el mundo de los sueños, y si lo hago con otros, por qué no conmigo? Me incorporo, era una postura tan placentera pero tan peligrosa. Entonces encuentro la solución, ¿y si me hago con un intercomunicador ese de bebes para que alguien vele mis sueños?