Oro parece

Dicen que los dragones no entienden de clases, ni siquiera de las sociales, que sin remilgos pueden chamuscar a cualquiera. Lo curioso de esta historia, es que solo los campesinos parecían los afectados, ya que aunque se demoraban en los pagos, al final terminaban pagando de más por eso de compensar, mientras que los nobles, como señores y dueños,  gastaban sus cuotas en cenas y eventos.
¿De dónde había venido la dragona? ¿Por qué? ¿Y por qué ahora?
Los dragones solían disfrutar de la paz de sus cuevas repletas de oro. Solo alteraban su rutina cuando tenían alguna cría, lo que con suerte cada mil años sucedía.
¿Y si ya no disponía de ese dorado montón donde se solían revolcar?
El gobernador y sus nobles organizaban una grandiosa cena esa misma noche, y aunque eso de vestirse con sedas y encajes la ponía muy nerviosa, decidió presentarse.

Continuará...