Finalmente escogimos ese garito al que entras cuando llevas 10 minutos de "dudosa caminata".

No sé el resto, pero yo no quise darme cuenta de que el nombre indicaba claramente que "el flamenquillo" formaba parte de su esencia.
La taberna dispone de unas escaleras que desembocan en una bodega equipada con mesas y sillas, el perfecto lugar para tomar unas cervezas. Estaba vació, pero tardó poco en llenarse diversas cuadrillas y parejas de variadas edades.
Nuestro camarero "Miguel el Chungo", nos atendió con esmero, aunque según él, estaba un poco "lagunés". El ambiente se fué animando, y "esos chicos del fondo con guitarra" que parecían formar parte de "una cuadrilla flamenca" efectivamente eran parte del espectáculo
Empezaron con el cante, y dos chicas "se arrancaron" a bailar una sevillana...(cuánto me gustaría haber aprendido al menos "la primera" XD).
Nosotros mientras tanto "nos dimos al cante" con mayor ó menor éxito.
5 comentarios:
Nunca es tarde....
Cuando quieras aqui me tienes, y por un par de cervezas tienes clases gratis!!!
Un besazo,
Carolina.
ole, ole y ole..........
Carolina, me apetece mucho, cuenta con las cervezas, a ver si consigues que aprenda al menos la primera. XD
Besos
Me alegra ver como descubres rinconcitos, de esos que no vienen en ninguna guia del ocio.
Lo mejor, patear y experimentar..
(En la epoca gloriosa de las sevillanas, me recorri, cientos de garitos de ese tipo, creo que no podre volver a bailar una sevillana en mi vida, ya las he bailado todas.
Besos.
Poco a poco, aunque no me viene nada mal "la ayuda" XD.
Musuak!
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