Mientras tanto, me levanto para ir a trabajar, me acuesto para poder ir a trabajar, voy y vengo permaneciendo en el mismo sitio, buscando ese "momento que no les pertenezca", el que me vale, los demás "se los regalo sin gusto".
Mañana, seguiremos destruyendo el mundo
me siento tan identificada......
ResponderEliminarpor cierto, los mio tambien los regalo sin gusto.......
o que se creian???
anita
A esa situación se le llama condena y es la que vivimos dia tras dia... Hijos de Puta los que inventaron este sistema de vida... Donde esta el paraiso de Adam y Eva?
ResponderEliminarBax
Lo perdimos por morder una manzana...
ResponderEliminarSaludos Baxter, te echaba de menos, supongo que sigues sonriéndole a la vida XD.
dear blonde:
ResponderEliminarBorges dice en un lugar que ahora no recuerdo y refiriéndose a alguien no sé si de uno de sus cuentos o a un familiar suyo,que "como a todos los hombres le tocaron malos tiempos en que vivir", pero a veces tengo la sensación que estos son bastante malos, especialmente para aquellos que se saben "especiales". Cierto, ¡quién lo puede negar! que estos son buenos tiempos: los más vivimos más años, más sanos y con más cosas. Y, sin embargo, sin embargo, parece que aquí también la calidad anda reñida con la calidad. Y creo, también, que ciertas con eso de la revolución industrial, ¿te has fijado que los únicos mitos que hemos creado desde la revolución industrial son Frankenstein y Spiderman? Todos los demás, Romeo y Julieta, Abelardo y Eloisa, Beatriz la de Dante, Aquiles y Odiseo, Robin Hood y su Marian,...todos, todos, son de "antes". Pero ¿qué se le va a hacer?Cuando a mí me salen días como este que te ha salido a tí, pues me voy de viaje mental, agarro algún libro y me voy a alguna de mis otras epocas favoritas y me paseo con los que fueron mientras espero que se me pase, y poder volver con ciertas fuerzas a este mundo tan rico y civilizado, a seguir.
dear dear,
ResponderEliminarCierto, "nunca voy a estar mejor que ahora", pero como dices la calidad está reñida con la calidad, y cada vez me siento más exigente, y ambiciono a disfrutar de infinidad de momentos felices, y aunque sé que eso no puede ser.